XII. Flores junto al cemento
La naturaleza es omnipresente, y por ende, es parte de las ciudades. La podemos hallar donde sea; empezando por nosotros mismos. Incluso, desde el mirador de cualquier rascacielos es fácil ver que en realidad son las ciudades las que pertenecen a la naturaleza.
dos pasajeros
en el vagón de metro
hablan de flores

Zeta
Puesto que las ciudades son la manera en que los seres humanos nos hemos asentado en la naturaleza, es lógico pensar que la naturaleza es tan importante para la ciudad como la ciudad misma.
No existe la una sin la otra: la ciudad es naturaleza y la naturaleza es ciudad.
un camión pasa,
las hojas del magnolio
se alborotan

Grego
De lo anterior podemos decir que ciudad y naturaleza nos demuestran que en el fondo son dos caras de una misma moneda, y que sólo habrá una división entre ambas en la medida en que nuestra conciencia dualista así lo desee.
Trate de trascender este fenómeno tan sólo con ser conciente de ello, y disfrute de ambas por igual. Pronto verá con claridad que el haiku urbano no es otra cosa que la conciencia de un ser humano "tocada" por la ciudad; de la misma manera en que es tocada poéticamente por la naturaleza a lo largo de las cuatros estaciones.
sobre la acera
un periódico viejo;
pasa hoja el viento

Jordi Climent
El haiku urbano es simplemente haiku de la ciudad.
Israel López Balan