VIII. La aldea global
Internet es parte de la vida cotidiana de las grandes ciudades (y de las no tan grandes). Es una nueva forma de estar fuera, aun estando dentro. De cruzar fronteras y océanos con la palma de la mano. La misma mano que escribe un haiku.
Ud. ahora mismo lo está haciendo y con ello las posibilidades de que encuentre algún motivo para componer un haiku urbano se incrementan: una foto, un texto, un recuerdo... cualquier cosa puede ser un buen motivo para lograrlo, siempre y cuando le resuene "algo" en su interior que le ayude a expresar esa vivencia que tuvo en la ciudad.
Abandonada
la pelota en la rama.
Un nuevo otoño

María del Mar Ordóñez Castro
Tenga en consideración que al estar conectado mediante su ordenador, en muchas ocasiones las nociones propias del cambio estacional se ven alteradas. Ya que mientras Ud. disfruta del calor del verano en el hemisferio norte, en el hemisferio sur están en pleno invierno. Lo cual siempre ha ocurrido, pero ahora Ud. puede ser más conciente de ello. La conciencia es la herramienta importante, pues haiku ante todo es un acto de conciencia.
Con todo lo anterior en mente, sus haiku urbanos pueden traspasar fronteras de manera muy simple. Así que no se preocupe por si tendrá dificultad de que su haiku sea perfectamente comprendido por los demás, pues con toda seguridad alguien del otro lado del mundo está viviendo lo mismo y lo recibirá íntegramente.
Y si no, se lo harán saber. Se sorprenderá de las coincidencias que llegan a darse.
a los novios
les interrumpe el beso
el freno del bus

Antonia Larreta
Tampoco es difícil creer que, debido a la llamada globalización, nuestras ciudades cada día se parecen más. Hoy en día es igualmente fácil ver a un japonés portar un jersey de L. A. Lakers, que a un alemán comiendo sushi. Por cierto, żle gusta el sushi?
Cuando camine por las calles de su ciudad, deténgase un momento a reflexionar sobre sus orígenes. Tome especial conciencia de la gran cantidad de ingredientes culturales de los que está formada su vida. Es importante tener esto en cuenta a la hora de leer algún haiku urbano escrito en otra ciudad que no es la suya, porque sólo así le resultará familiar y accesible para interpretarlo.
También lo será en el momento en que Ud. decida componer haiku con palabras propias de su lugar. Procure agregar una breve nota siempre que lo requiera.
Por la banqueta,
el transeúnte pisa
también al musgo.

(Banqueta: en México, acera)

Sofía Ortega
En suma, el mundo de nuestros días, más allá de haberse globalizado, se ha "coctelizado" a tal grado que nuestras vidas en las ciudades, lejos de confrontarse con sus raíces, encuentran una oportunidad para complementarse.
O, ¿cómo se explica que un mexicano con nombre judío y apellido maya esté interesado por el haiku japonés escrito en inglés, y más aún, por el haiku urbano?
Este es el mundo que nos ha tocado pisar. Disfrútelo.
perdido en tokio
sólo me es familiar
la luna llena

Aníbal Figueroa
Israel López Balan