XI. Tarjetas postales
El haiku cruza fronteras. Se estima que hoy en día se escribe en más de 70 idiomas. Y de la misma forma en que el Zen algún día salio de China como producto de la fusión del budismo y el taoísmo para fundirse con la vida cotidiana del Japón, el haiku se ha asentado en las ciudades encontrando nuevos motivos para surgir y renovarse.
Seguro que se preguntará ¿cómo lo ha logrado...? Y la respuesta es muy simple: siempre ha estado allí.
En la azotea:
alegres tendederos
y dos volcanes.

(se refiere a los volcanes Popocatéptl e Iztaccíhuatl,
que pueden ser vistos desde muchas azoteas
de la Ciudad de México en un día despejado)


María González
El haiku en las ciudades es (con su debida distancia) como las fotografías que solemos tomar durante un viaje, en donde cada imagen es capaz de resumirnos y sugerirnos lo suficiente como para que en un futuro seamos capaces de recordar toda nuestra estancia en ese lugar. De igual manera, el haiku es atemporal; es una ventana abierta por la que cada quien puede asomarse sin asomarse.
parís de noche
la torre eiffel apunta
hacia la luna

Susana Dorantes
Si bien resulta un buen recurso componer haiku urbano de la manera más abierta y sugerente para el lector, evitando con ello ser tan específicos como para que el haiku urbano resulte encasillado y obvio, también hablar específicamente sobre las ciudades es una buena herramienta para ubicar mejor el haiku en su "aquí y ahora". Será su decisión.
calles de Oporto
olor de churrasqueira
al mediodía

Félix Arce
Después de todo, aunque las ciudades cada vez se parezcan más entre sí en lo externo, con sus congestionamientos y sus rascacielos, su interior es único e irrepetible como lo somos cada uno de sus habitantes.
Fría mañana.
La iglesia se ha llenado
de olor humano.

María del Mar Ordóñez Castro
Israel López Balan