XX. Escondido en un peñón
Esperaba escribir un cuento en el agua acerca de la sonoridad de los pantanos, acerca del murmullo del sol.
Rodeado por zumbidos de moscas, espantaba la mañana sofocada por el calor. ¿Quién soy?, preguntaba a la conciencia. ¿Quién eres?, respondía la duda, alejándome cada vez más. La poesía hace uso de la palabra como vehículo de verdad y se desnuda en la boca entre el canto de las aves.
No sabía que alejándome hacia los montes vería con mayor claridad la luminosidad respirando dentro de mi cuerpo. No sabía que escondido en un peñón escucharía a las sombras hablándole al misterio. Paseando por el atardecer sentí la brisa alejándose como ángeles perdidos que alguna vez tocaron tu piel y lavaron tu cuerpo. Por eso sigo preguntando a la conciencia: ¿quién soy?
Y la duda no responde, alejándose cada vez más.
Las ideas corren
mas mi escritura es lenta:
reflejos en el agua
Alfonso Cisneros Cox